Fiel testimonio de la antigua vida cultural de la región, el circuito de Ruinas Jesuíticas inserto en
la provincia de Misiones permite conocer paso a paso la historia de la colonización y evangelización de nativos en la época de la conquista europea del territorio americano.
El recorrido hace escala en más de un sitio donde las ruinas aún dominan el paisaje. Unas poseedoras de menos jerarquía que otras, pero todas merecedoras de ser conocidas, las distintas reducciones (pueblos integrados por comunidades indígenas reunidas para ser catequizadas) invitan a viajar en el tiempo para vivir en carne propia aquellos acontecimientos.
En el acceso a las
Ruinas de San Ignacio Miní, las más destacadas y reconocidas de
Misiones, el Centro de Interpretación y Recreación Jesuítico-Guaraní presenta nueve salas que a modo de relato histórico reconstruyen el pasado, desde la llegada de los primeros españoles, incluyendo una maqueta de lo que fueron las reducciones, y culminando con un emocionante y educativo espectáculo que, mediante luces y sonidos, revive lo sucedido entre los Siglos XVII y XVIII.
En un estado más natural y mimetizadas con la selva que las envuelve, otras ruinas menores exhiben su visión de los hechos. Las
Ruinas de Nuestra Señora de la Candelaria, situadas a 19Km. de
Posadas; las Ruinas de Santa Ana, ubicadas a 40Km. de la capital provincial; las
Ruinas de la Misión de Nuestra Señora de Loreto, emplazadas unos 10Km. más allá; y las Ruinas de Santa María la Mayor, que aparecen pasando Itacaruaré; son los descansos subsiguiente en este itinerario de gran importancia cultural y religiosa.
Una interesante arquitectura, ornamentada con figuras en las que puede apreciarse la clara impronta guaraní, constituye la principal parte de este magnífico
atractivo turístico-cultural que permite descubrir el modo de organización de la ciudad en los tiempos en que la plaza y el templo funcionaban como ejes estructurales.